En esta oportunidad estuve con Susana, más conocida como “Tuti”, quien muy amablemente me invitó a su hogar para conversar sobre varios temas. Me contó de su vida, de su rutina, y por supuesto me dio su opinión (como todos los vecinos que visité) sobre la gestión y las acciones que estamos llevando a cabo con mi equipo de trabajo.
Además, con un gran gesto, me obsequió una biblia, que no sólo leeré, sino que guardaré como un hermoso recuerdo entre mis cosas personales.
Visitar y compartir este tipo de encuentros me hacen sentir pleno y me permiten conocer la realidad de muchas personas. Además me permite contarles lo que a mi me pasa y lo que estoy haciendo junto a mi equipo, para todos los freyrenses. Canalizamos nuestras buenas intenciones en acciones concretas que mejoran la localidad.
Seguimos escuchando todas las voces, y trabajando para el bienestar de todos.
¡Gracias Tuti!