Estuve conversando con Liliana, una vecina de Freyre que vive con su hija y su nietito. Ella quiso que me acercara a su domicilio para charlar sobre algunos temas
que les importan. Me hace muy bien escucharlos, conocer historias y realidades de diversas familias que me reciben cordialmente y con quienes puedo compartir
momentos hermosos.
Cada encuentro me permite ampliar la visión que tengo de mi gestión y de lo que estamos haciendo. Y cuando les doy respuestas, algunas inmediatas y otras con el correr del tiempo, me siento pleno y tranquilo. Mi mayor recompensa como persona, es poder ver que los vecinos de mi querido pueblo viven mejor, gracias a nuestras acciones de gobierno.
Liliana me contó con mucha confianza su realidad y principalmente la de su hija y nieto, a quienes tendré muy presente en los proyectos que llevaremos adelante y con los cuales sé que podré ayudarlos. Por el cálido recibimiento, le doy las gracias a Liliana de todo corazón.